La psilocibina empeora la depresión postparto de ratonas
- marcelruizmejias
- 2 oct
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 3 oct
¿Has probado alguna vez un retiro de ayahuasca? ¿O quizá seas usuario/a de MDMA, conocido como eme en los espacios de alterne? Sea como fuere, la historia de los psicodélicos viene de largo.
En la actualidad, la investigación con estas sustancias genera controversia sobre cuál puede ser su utilidad terapéutica para tratar la enfermedad mental. ¿Cuáles? ¿En qué medida? ¿Cómo se administran? Y ¿qué posibles efectos secundarios tienen?
De hecho, los datos actuales apuntan a que algunas de estas sustancias pueden tener efectos beneficiosos para las personas con depresión, trastorno de estrés postraumático, entre otros. Aunque hay que ser cautos, las líneas actuales pueden ser esperanzadoras. Pero, ¿apuntan todos los resultados en la misma dirección?
Pues según publica este mes la revista Nature Communications, en un artículo de investigadores de la Universidad de California – Davies que refieren como único en su tipo, la administración de psilocibina presente en las setas 'mágicas' genera efectos indeseados en ratonas con depresión postparto (1).
Un camino de investigación truncado desde los años 60
Cuando el LSD hizo su aparición en el mundo, generó un gran impacto en las personas, aunque con consecuencias opuestas: muchas de ellas aseguraban que experimentaban alucinantes viajes a territorios desconocidos de la mente, mientras otras 'no volvían' de su experiencia, quedándose atrapadas en algún lugar a medio camino entre la realidad y ese lugar.
A raíz de esto, se pensó que quizá el mismo uso del LSD administrado de manera controlada por especialistas podría acompañar las psicoterapias de personas con distintas enfermedades mentales (2). Aparentemente, la investigación en este campo se abandonó a finales de los años 70 por intereses políticos, pero en la última década ha recobrado fuerza, y a menudo recibimos sus resultados.
En la actualidad se investiga con cuatro sustancias psicodélicas, que son agonistas del receptor de serotonina 2A (5-HT2AR), que son la dietilamida del ácido lisérgico (LSD), la ayahuasca (componente activo N,Nʹ-dimetiltriptamina, DMT), fosforiloxi-N,N-dimetiltriptamina (psilocibina), presente en algunos tipos de setas, y el inhibidor del transportador de serotonina (SERT): 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA) (3,4). Esto significa que estas sustancias funcionan, por un lado, como si fueran la serotonina que todos tenemos en el cerebro, pero con un efecto mucho más complejo.
Qué resultados han obtenido
Sabemos que muchas mujeres, después de dar a luz, se deprimen. Es lo que también se conoce como depresión postparto. Para imitar esto, los investigadores utilizan unas ratonas, que en unas condiciones determinadas —cuando están con sus crías recién nacidas, estas pueden escapar a las demandas de la madre y además hay un macho cercano que se usa como amenaza— se les desestabiliza la mente y desarrollan características de depresión. Esto es lo que llamamos el modelo.
A esas ratonas les administró psilocibina en dosis crecientes de 0,5 a 8 mg/Kg durante tres semanas. Los investigadores creyeron que se alinearía con los resultados de otros investigadores, mejorando el estado de las madres ratonas y la relación con sus crías.
«Pensamos que podría tener la capacidad de abordar problemas que surgen en la depresión posparto, como la conexión entre padres e hijos», apuntan los investigadores para Neuroscience News.
Pues bien. Los resultados fueron que el estado de las madres y su relación con sus crías empeoraban, y cada vez más cuanto más alta era la dosis y a lo largo del tiempo, incluso después de separar a las ratonas de su prole. Para saberlo, utilizaron una serie de tests de laboratorio donde las ratonas madres debían hacer tareas, además de analizar el comportamiento de las madres antes y después de darles psilocibina.
Psicodélicos: ¿sustancias con potencial para tratar las enfermedades mentales?
Los especialistas no tiran la toalla con estas líneas de investigación, porque es muy posible que tengan gran potencial. De todas maneras, hay que averiguar primero el cuál, el cómo y, si es posible, el por qué, para que en el futuro cercano podamos disponer de nuevos tratamientos a partir de estos tipos de compuestos.
En la actualidad se están llevando a cabo ensayos clínicos con este tipo de sustancias, de los cuales esperamos saber pronto sus resultados. Es posible que suceda, como en el caso de la esketamina inhalada para la depresión severa, que sustancias o derivados de sustancias de recreo y abuso puedan ser utilizadas en algunos tipos de trastornos. Y quizá con mayor eficacia o con alguna ganancia respecto a los tratamientos convencionales, por tener efectos que modulan la psique, si se encuentra cómo hacer que sus efectos sean amables para el cerebro. Esto abre un abanico de posibilidades terapéuticas que invita a la esperanza.
Para saber más
Hatzipantelis, C. J., Liu, M., Love, A., Leventhal, S. J., Maera, H., Viswanathan, S., Avetisyan, E., Belinsky, L., Rangel, M. M., Jain, N. J., Kelly, M., Copeland, C., Khatib, Y. A., Fiehn, O., Olson, D. E., & Stolzenberg, D. S. (2025). Psilocybin during the postpartum period induces long-lasting adverse effects in both mothers and offspring. Nature communications, 16(1), 8630. https://doi.org/10.1038/s41467-025-64371-5
W Baker, E. F. (1964). The Use of Lysergic Acid Diethylamide (LSD) in Psychotherapy. Canadian Medical Association Journal, 91(23), 1200. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC1928491/
Yao, Y., Guo, D., Lu, T., Liu, F., Huang, S., Diao, M., Li, S., Zhang, X., Kosten, T. R., Shi, J., Bao, Y., Lu, L., & Han, Y. (2024). Efficacy and safety of psychedelics for the treatment of mental disorders: A systematic review and meta-analysis. Psychiatry Research, 335, 115886. https://doi.org/10.1016/j.psychres.2024.115886
De Gregorio, D., Aguilar-Valles, A., Preller, K. H., Heifets, B. D., Hibicke, M., Mitchell, J., & Gobbi, G. (2021). Hallucinogens in Mental Health: Preclinical and Clinical Studies on LSD, Psilocybin, MDMA, and Ketamine. The Journal of neuroscience : the official journal of the Society for Neuroscience, 41(5), 891–900. https://doi.org/10.1523/JNEUROSCI.1659-20.2020



Comentarios