<p class="" style="white-space:pre-wrap;">¿Recuerdan a Pavlov y a sus perros? Este investigador, que dejó la teología por la medicina y la fisiología, realizó emparejamientos repetidos en los que un estímulo inicialmente neutral, como una campana, acompañaba a la comida de los perros. Observó que después de dicho entrenamiento, los perros salivaban con el sonido de la campana incluso si se les presentaba sin comida. Había nacido el condicionamiento, con grandes implicaciones