En la película El Aceite de la Vida, con Nick Nolte y Susan Sarandon a la cabeza del reparto, se narra la historia de una familia que lucha por tirar adelante a su hijo, enfermo de una enfermedad muy grave desde los tres años: la adenoleucodistrofia.
La película llegó a los cines en 1992, y explicaba su lucha por encontrar un tratamiento, teniendo en cuenta el gran desconocimiento de la enfermedad de la época.